¿Se puede decir “ya
fue” con honestidad? ¿Realmente alguien puede resignar sus sueños en dos
palabras? Ya fue, condenando a quién sea o lo que sea al olvido. Puedo sentenciarlo
al olvido tomando un café con una amiga, con el cigarrillo consumiéndose en mis
dedos.
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Ya fue - Mientras miro para otro lado dando una
bocanada de tabaco – No importa.
Y nadie se lo cree,
ni siquiera yo misma. No puedo condenarlo cuando sigue alrededor. Si lo veo con
la mirada perdida mientras le hablo y de repente me mira, frunce el ceño y
sigue mirando a cualquier lado. Si sonríe todo el tiempo, cómo sentenciar a
alguien así. Ya fue, no importa, me repito y les repito, como si la repetición
hiciera la verdad, como si ya no estuviera su presencia acechándome. Entonces
juego a pretender una vez más, de a poco todos van creyendo, entonces quedo
sola con mi “verdad” repetida y todavía importándome, y todavía sintiendo.
Reflexiono sobre lo
que me aflige y suena banal, pero considero que esos son los sentimientos, nos trasforman,
nos convierten en un extraño dentro de uno mismo, nos hacen ser alguien banal.
Todas las conversaciones que tenemos se tornan sobre superficialidades. Me
gustaría poder mirarlo a los ojos y ser lo más sincera posible.
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Hola, mi nombre es Constanza, soy la persona más
enroscada que conozco, soy enamoradiza, tal vez demasiado. Tengo ataques de
locura momentánea y hago estupideces durante ellos. Me gusta ver películas,
pero siempre termino viendo las mismas comedias románticas. Amo leer, pero es difícil
que algún libro llegue a apasionarme. Me expreso mejor escribiendo que
hablando, en el papel podes borrar, lo que se dice no tiene retorno, divago
mucho también, como por ejemplo hace dos segundos, releí la palabra expreso y
me acordé del café. Me encantaría cantar bien y tocar algún instrumento, los
que sé tocar lo hago pésimo. Me tomo todo muy a pecho y soy muy sensible, demasiado
sensible. Sufro ansiedad. Me disgustan demasiadas cosas sobre mi, pero me
gustas vos, dicho todo esto me gustaría saber que opinas.
En mi universo
perfecto, que es mi imaginación, él se ríe y me da un beso. En el mundo real se
ríe y me dice que no funcionaríamos juntos. Por eso no me gusta tomar ciertos
riesgos, y me quedo en mi capsula de seguridad, observándolo desde ahí dentro
sin dejarlo pasar.
En fin, termine
divagando como siempre.